viernes, 29 de abril de 2011

Medley

(A un querido amigo)
¿Recuerdas aquellos días eternos cuando solo sabía tres canciones en la guitarra?
Espero que cada vez que inhales y consumas de ese papelillo, te acuerdes de mí.



(Inténtalo)
Escúpele sangre.
Orina sus carnes.
Rómpele los huesos.
Insulta a su familia.
Te darás cuenta que no le importará, asististe a su suicidio.



(Deuda extinta)
Despertó silencioso y observó a la prosti que yacía a su lado, durmiendo. Poco profesional. Tomó el fajo de billetes que horas antes le habïa dado, dejó la boleta en la cama, encendió impasible un cigarillo y salió cerrando suavemente la puerta tras de sí.


Horas más tarde, su cuerpo fue hallado con un elástico, un condón usado en los bolsillos y sin nada que pudiera dar con su identidad.



(Hipocresía)
Ayer vi a Nietzsche rezando a Dios, a Bush como un tipo comprometido, a Obama como un defensor impertérrito de los derechos civiles y a Marx pidiendo un cuarto de libra con queso. Yo estoy disfrutando de mi vida.



(Lágrimas de micro)
Te he visto muy enérgico, y otras veces muy apagado.
Me susurras las melodías al oído, seleccionadas a mi tacto.
Guardas mis memorias en cursiva, recreo de una mañana fría.
El Yo las derrocha ácidas e insípidas bajando a mis entrañas, yo solo agacho la mirada.
Son las diez y media, la micro gira por una esquina y cambio de canción.

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