Ese día fuí feliz. Estaba en el otro extremo del mundo, caminando solo sin nadie cercano por las grandes avenidas de una ciudad muy conocida para mí, y aun así desconocida.
No había lugar al que llamar "hogar". Olvidé todo y miré a mi alrededor por algunas horas.
No había lugar al que llamar "hogar". Olvidé todo y miré a mi alrededor por algunas horas.